groserías


LXIII – CARAMBA!

Esta mañana pasó a saludarme a la oficina Andrea, un externo. Una persona muy amable. Lo acompañaba Paolo, un compañero de trabajo. Me dijo “buenos días! Qué gusto verlo! Cómo está?” “Mal! Muy mal!” le dije sonriendo… Y después agregué “Podía ser peor! Si hubiera usted pasado a saludarme y no me hubiera encontrado, por ejemplo!” Regresemos a la historia. O mejor, empecémosla… Hoy, les quiero contar qué piensa Mónica de mis historias.