CXXI – MUCHISIMO SERENO


Hace ya muchos días que no escribo una historia.
No porque no tenga yo ganas, que sea claro, sino porque las otras actividades del Proyecto My Everest requieren mucho tiempo.
Unas cuantas horas más y esta Navidad habrá terminado.
El regalo más hermoso que he recibido?
Existir todavía…
No sé quién me lo haya dado pero, sin duda, es el regalo más hermoso que he recibido este año.
Cierto, recibí otros regalos. Ayer, Giorgio, mi amigo y vecino de casa (así lo he llamado en otras historias), vino a mi casa con una carretilla adornada en perfecto estilo navideño, me trajo cinco cajas llenas de leña y un regalo envuelto.
Al inicio no entendí…
Es más, no entendí hasta esta mañana, cuando leí la tarjeta de Navidad.

Querido Luigi,
Es Navidad, época de regalos, o de dones si prefieres.
Dones: fácil decirlo, difícil hacerlo. Por lo menos para mí.
Luigi, eres un vulcán de ideas, y seguramente habrás pensado la cosa perfecta para cada uno de los regalos que harás.
Yo no soy tan brillante como tú.
Pero cómo quisiera poder donarte un poco de salud. Junto con tantísima serenidad, para ti y para tu familia, desgraciadamente, no está en mis manos.
Así es que pensé donarte tres cosas sencillas.
Una te servirá como sostén para tu gran pasión, la montaña.
La otra, para los momentos de reflexión frente a la chimenea.
La última, pero que llega del corazón, mi amistad. Que tendrás en cualquier momento en que pueda servirte.
Feliz Navidad a todos ustedes.
Giorgio, tu vecino de casa y amigo.

Qué puedo decir… tres dones.
El primero de tipo “material”, bastones telescópicos de trekking: me servirán de seguro para lo que tengo planeado hacer a finales de julio del próximo año.
El segundo don “simbólico”, leña… en la 98ª. historia “miércoles 27 de marzo 2013”, que aún no he publicado, les conté cuánto me gusta mirar las llamas de la leña que arde y escuchar el crepitar.
El tercer don, el más importante, su amistad… gracias Giorgio!
También Antonella y Roberto me hicieron un regalo “material-simbólico”
Descubrí rápidamente qué cosa era… desde mañana será más placentero el desayuno.
Y Luca y Chiara, qué cosa me regalaron?
Un soporte para el PC con un cojín ergonómico y luces led, para cuando escribo mis historias de noche.
Y el otro Giorgio, nuestro amigo, que no es vecino de casa?
El también me regaló un soporte para PC.
“Así Mónica podrá dormir mientras yo escribo” pensé.
Entonces , el regalo, me lo hicieron a mí o a Mónica?
Quièn sabe…
Hace unos días vino a desearme feliz Navidad una querida amiga.
Hablamos de muchas cosas y, viendo mi entusiasmo por el proyecto My Everest, me preguntò si era yo feliz.
“Feliz es un amigo mío” le contestè bromeando. Tengo un amigo que se llama Feliz.
“Feliz es decir demasiado, digamos que estoy contento de cómo van las cosas en el proyecto”, contesté.
“Sí, porque hay todo lo demás” pensé.
Me refiero a que no puedo ser feliz a 360°, me entienden?
Digamos que me he sentido siempre sereno, aún después del 17 de marzo 2013.
Muy sereno, desde el 31 de octubre 2014, día en el que inicié el Proyecto My Everest, en otras palabras desde el día en que me puse en juego para hacer algo por los demás…
Muchísimo sereno (aunque no es correcto, lo escribo de todos modos!) por la cercarnía y el afecto que todos ustedes me han demostrado en estos dos meses…

Rivolta d’Adda, jueves 25 de diciembre 2014
PS: dedico esta historia a María y a todos aquellos que la leerán.

Regali di Natale